Para quienes hemos nacido entre las gloriosas décadas de los ochenta y los noventa, los correos electrónicos son esa vieja escuela de la comunicación de la que no queremos deshacernos del todo. Más allá del nivel y la popularidad que han obtenido las redes sociales, para nosotros los millennials, los emails aún tienen mucho para dar y poco que envidiar a las flamantes e hipermodernas (aunque a veces absurdas) aplicaciones de correo. Así es, el email sigue más vivo que nunca y hoy te vamos a contar algunas razones por las que quizá tú también quieras traerles de vuelta.

Madre de todas las nuevas aplicaciones y servicios

Muchísimas son las redes sociales y demás servicios que hoy nos ofrece el mercado. Facebook, Twitter, Instagram, YouTube y mucho, pero mucho más. Todas y cada una nos brinda la posibilidad de comunicarnos con una serie de contactos determinados dentro de su propio sistema, sin embargo, madre hay una sola: la vieja escuela del correo electrónico.

Fue la primera, más simple y a la vez más completa forma de mantener una comunicación por correo desde los mismísimos inicios de la era digital y, sinceridad ante todo, el primer amor nunca se olvida. De hecho, si te fijas, todas estas nuevas y muchas veces absurdas aplicaciones no hacen más que buscar emular el servicio que con mucha seguridad siempre nos brindó el correo electrónico, pero que pesan realmente demasiado en nuestro smartphone y que nos han hecho caer en tantas equivocaciones al teclear un enter sin querer.

Una herramienta infalible al momento de buscar empleo

Tener una dirección de correo es esencial al momento de buscar cualquier tipo de trabajo y hay que decirlo, también es la forma más eficaz, seria y ordenada de hacerlo. Sí, todas las empresas husmean los perfiles de sus aplicantes o posibles empleados en las redes sociales, pero un correo electrónico, además de protegernos de ese terrible hecho, habla mucho mejor de nuestro profesionalismo. También es una herramienta muy buena para mantenernos en contacto con las empresas, enviar y recibir currículums, etc. ¿Acaso te imaginas enviando tu currículum por Messenger o Instagram?

Centralización, orden y progreso

Como comentábamos unas líneas atrás, tener un correo electrónico, además de darnos seriedad y ser una herramienta básica en cualquier comunicación seria, nos permite tener todo centralizado en un mismo lugar. Además todo es mucho más simple y, créenos, inspira mucho más respeto y seriedad. Para trabajar y alcanzar objetivos claros, como reza la bandera verdeamarela del gran Brasil, orden y progreso, de eso se trata todo.

Puedes enviar y recibir newsletter

Recientemente, en publicaciones anteriores, hemos hablado mucho de los newsletter, otro de los grandes gloriosos de la vieja escuela millennial que está de vuelta y, como sabes entonces, necesitas un correo electrónico tanto para enviar como para recibir o elaborarlos. Los newsletter te permiten estar en contacto con las marcas, los clientes, organizaciones gubernamentales, instituciones, cliente y muchísimo más. Y siempre de primera mano, claro. Pero para todo eso, ¿adivina qué? Necesitamos un email.

Simple: es totalmente necesaria

Por último, el más evidente y obvio de los puntos, pero que a veces se olvida: prácticamente no puedes hacer nada sin una cuenta de correo electrónico. Por ejemplo suscribirte a cualquier medio, red social, sistema, institución o lo que sea. El correo electrónico es absolutamente necesario.

Y bien, ¿ahora qué dices? Más claro, ¿verdad? El correo electrónico es esa vieja escuela que no solo nunca se fue, sino que está más viva que nunca.